Este próximo mes de octubre empiezan las votaciones decisivas para aprobar, en el Parlamento Europeo, la propuesta de la Comisión referente a la reforma de copyright en el mercado digital único europeo. ¿Subes contenido a Internet? ¿Compartes noticias online? De ser así, esta reforma te afectará negativamente… si permitimos que salga adelante. Escribe y llama a tus eurodiputados para evitarlo.
Como viene siendo habitual, las grandes empresas de sectores-que-antaño-fueron-más-relevantes no paran de quejarse de que las nuevas plataformas digitales les están produciendo un grave perjuicio económico. Esto se traduce en cierres y despidos; y amenaza incluso la función social que desempeñan con su actividad económica. Se lo oímos a las discográficas, a las productoras de cine, y -más recientemente- a los medios de comunicación.
Que los medios de comunicación están en crisis no es noticia. Lo noticiable, en todo caso, es que sigan abiertos después de décadas perdiendo audiencia y dinero: los ingresos caen a plomo, más de la mitad de los internautas españoles (53%) no pagó nada por informarse en 2016, y el uso de bloqueadores de publicidad sigue aumentando (28%). Internet permite obtener información más variada e interesante de forma inmediata, gratuita y con la posibilidad de contrastarla e interactuar… normal que ya no se vendan periódicos ni se pongan las noticias.
Hasta ahora, esas pérdidas las había asumido el sector privado convirtiendo los créditos acumulados en nuevas acciones (II y III)… pero esa vaca no da más leche. Ha llegado la hora de hacer algo para que el periodismo vuelva a ser una actividad rentable en la sociedad de las nuevas tecnologías. ¿Y qué solución se les ha ocurrido a estos conglomerados de medios para ser competitivos en el siglo XXI? Pues crear más barreras a la competición y a las nuevas tecnologías.
En vez de innovar, han optado por hacer más de aquello que funcionó en el pasado, pese a que resulta obvio que ya no funciona: expandir los derechos de copyright para generar nuevas rentas que les permitan mantener su obsoleto modelo de negocio. Las medidas a implantar durante este otoño-invierno incluyen obligar a quienes distribuyan extractos de noticias online a obtener previamente una licencia del medio y, a las plataformas digitales, a monitorizar el comportamiento de sus usuarios para identificar y prevenir violaciones de copyright… entre otras.
Copyright complementario para las noticias
La primera de estas medidas está recogida en el artículo 11 de la propuesta de directiva de la Comisión Europea, y consiste en otorgar a las editoriales de publicaciones de prensa los derechos exclusivos para autorizar o prohibir la puesta a disposición del público y/o la reproducción de la totalidad o parte de sus publicaciones de prensa para uso digital por veinte años. Es decir, que las noticias recibirán un tratamiento idéntico al que ya disfrutan las películas o a las canciones, por ejemplo… de forma retroactiva.
Estas medidas de copyright complementario no son nuevas. En 2012 el Bundestag alemán creó el Leistungsschutzrecht für Presseverleger, que es el derecho otorgado a los editores para distribuir en exclusiva sus productos de prensa con fines comerciales. Gracias a este derecho, quien quiera distribuir fragmentos de sus noticias -incluido el titular y otros extractos de texto- debe obtener previamente una licencia de ellos.
Aunque la medida es de carácter general, fue concebida para obligar a Google a obtener dicha licencia para poder usar los fragmentos de la noticia que muestra en sus servicios de búsqueda. Los editores alemanes alegan que estos extractos les privan de ingresos por publicidad porque permiten satisfacer la curiosidad de los lectores sin necesidad de que éstos visiten la fuente de la información. Exactamente el mismo argumento que “una canción descargada es un disco que no se vende”, o “una película descargada es una entrada de cine menos”.
La reacción de Google fue solicitar amablemente que -por favor- le concedieran la dichosa licencia gratuitamente, ya que de otro modo tendría que eliminar de los resultados de búsqueda los materiales sujetos al nuevo copyright expandido. Y, claro, la mayoría de los editores dieron la licencia gratis, pero sólo a Google, reforzando su monopolio en la búsqueda por Internet.
Como señaló un portavoz de la empresa por aquel entonces, este tipo de copyright complementario carece de todo fundamento fáctico, económico y legal. Es una amenaza a la libertad de información y supondrá un daño sin precedente a la economía alemana. Si vives de difundir contenidos, tu principal interés es que lo que sea que publiques llegue al máximo número de personas posibles. Y eso es justo a lo que se dedican los buscadores, los agregadores de noticias, y las redes sociales.
El boca a oreja es la mejor publicidad, así que la distribución de enlaces a través de estas plataformas les permiten llegar a mucha más audiencia de la que podrían alcanzar con sus propios medios. Lo último que deberían querer los editores es crear trabas para que estás plataformas digitales distribuyan fragmentos de sus contenidos, porque un enlace sin vista previa es más triste que un condón caducado.
Después vino la reforma de Ley de Propiedad Intelectual realizada en 2014 por el Parlamento español, que –entre otras cosillas– otorgó a los editores el derecho a percibir una compensación equitativa por la utilización de fragmentos no significativos de contenidos (art 32.2 LPI). A diferencia del caso alemán, este derecho es irrenunciable, así que Google no puede negociar una licencia gratuita. Tendría que pagar o cerrar… y -para sorpresa de pocos- cerró, aunque los responsables de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) instaron al Gobierno a intervenir para evitarlo y “proteger de manera eficaz los derechos de los ciudadanos y de las empresas”… sobre todo los de sus asociadas. La libertad de empresa, ya tal.
Con estos precedentes, los legisladores europeos deberían tener claro que la medida está abocada al fracaso. Los medios europeos no van a recibir más ingresos porque ni las plataformas digitales ni sus usuarios van a pagarles por hacerles publicidad. Si se aprueba la reforma, las vistas previas automáticas de los enlaces serán eliminadas en la Unión Europea y tan contentos. No sería la primera vez que el Parlamento Europeo aprueba alguna ley absurda para regular el uso de Internet: Ya pasó con la ley de cookies, que fue aprobada sin oposición de la opinión pública, y gracias a la cual sabemos que ¡en Internet hay cookies por todas partes!.
Esta medida no sólo no resuelve el problema de fondo, que no es otro que los medios tradicionales no tienen ni idea de cómo rentabilizar el tráfico que reciben online; sino que además tendrá consecuencias nefastas. Una vez creado el derecho, será complicado eliminarlo, ya que su supresión crearía un gran perjuicio económico a los medios; y alguien tendrá que pagarles finalmente… las plataformas digitales, sus usuarios, o el propio Estado en concepto de “déficit de tarifa“.
Mi vaticinio es que si se extiende el copyright ocurrirá esto último, ya que el importante papel que juegan en el control de la opinión pública(da) justifica que sigan operando a pérdida, como si se tratara de un servicio público más. El autoproclamado cuarto poder hace mucho que no le dice las verdades a la cara los poderosos. La falta de beneficios ha minado su independencia económica, hasta convertirlos en los voceros de los poderes políticos y económicos. Lo lógico es que sean éstos quienes les inyecten el capital que necesiten, como hacen con sus departamentos de relaciones públicas… quizá sea éste el modelo de negocio que estaban buscando.
Especulaciones aparte, está claro que necesitamos saber qué vamos a encontrar antes de pinchar un enlace. Ponerle un precio a los extractos de contenido afectará negativamente nuestro derecho de información y a la libertad de expresión en Internet, y lastrará la competitividad de las nuevas empresas de internet y los pequeños editores, que no tienen fuerza para negociar como lo hacen Google, Facebook, Twitter y compañía. El propio Servicio de Estudios del Parlamento Europeo ha señalado, en su valoración de impacto de la propuesta de reforma, que la implantación del copyright complementario ha tenido un impacto claramente negativo en la visibilidad y accesibilidad de la información en España (pp. 5).
Por su parte, NERA Economic Consulting señalaba en su informe para la Asociación Española de Editoriales de Publicaciones Periódicas (AEEPP) que no existía justificación económica para la introducción del canon en España, y ha resultado perjudicial para los intereses de todos los agentes implicados. Conclusiones similares a las que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) remitió en su informe durante el proceso legislativo. En resumen, un desastre tan grande que hasta el periódico “El País” se posiciona en contra de la reforma que propone la Comisión.
Vigilancia automatizada de las vulneraciones de copyright
Por si el copyright complementario no fuera suficiente desgracia, el artículo 13 de la propuesta establece que las plataformas online y hostings deberán adoptar las medidas necesarias para impedir que estén disponibles en sus servicios obras cargadas por sus usuarios sujetas a derechos de autor de terceros. No se trata, como hasta ahora, de eliminar aquellos contenidos que infrinjan derechos de autor previa denuncia de los titulares de esos derechos, sino de detectarlos y eliminarlos automáticamente.
Esta tecnología ni siquiera existe, ya que sería necesaria una base de datos con todas las obras sujetas a derechos de autor, así como un algoritmo capaz de analizar todo lo que suben sus usuarios, detectar coincidencias y determinar si es aplicable alguna excepción (parodia, investigación, etc..) antes de bloquear la publicación. Como todo esto es muy complicado, lo más probable es que, los pequeños sitios optarán por bloquear la subida de archivos para evitar incurrir en responsabilidades legales; y los grandes de la industria saldrán del espacio de la Unión Europea para evitar tener que invertir ingentes cantidades de dinero en desarrollar esta tecnología… porque no van a hacer el filtrado a mano.
¿El resultado? La instauración de facto de un régimen de copyright absoluto, ya que si los filtros detectan algo serás tu quien tendrá que demostrar que tienes los permisos para utilizar el material protegido y/o te ampara alguna excepción. Será necesaria una valoración manual de cada uno de los millones de casos, con los retrasos que ello conlleva; y tendrás que ser muy convincente, ya que la plataforma digital no va a buscarse un pleito tontamente.
¿Quieres criticar la corrupción del gobierno o los abusos de alguna gran empresa?, no incluyas sus logotipos u otros elementos identificativos o tus ficheros serán filtrados por vulneración de sus derechos. Sin ir más lejos, Youtube ha detectado contenido protegido por derechos de autor en el vídeo que abre este artículo, así que bajo la nueva legislación habría sido bloqueado en primera instancia y quizás nunca lo habrías podido ver, o lo habrías visto demasiado tarde.
Al igual que copyright complementario, esta nueva obligación lastrará la competitividad de las empresas europeas, que deberán optar entre asumir esta carga extra (que no tienen sus competidores extranjeros) o salir de la Unión Europea. También restringirá la libertad de expresión online, reducirá la cantidad de cosas que suben los usuarios a internet (“total, si me lo van a filtrar“) y supone un peligroso avance hacia una distopía totalitaria; una vez generalizada la tecnología de vigilancia -que probablemente será desarrollada y controlada desde fuera de la UE-, se podrá usar para buscar algo más que violaciones de copyright.
Cómo evitar que esto se apruebe
Puesto que el proceso legislativo sigue adelante, queda claro que los legisladores europeos (al igual que los nacionales) ni saben sobre lo que legislan ni se leen los informes que les remiten los expertos. Por ello, se han puesto en marcha varias campañas para informar a “sus señorías” que están a punto de cagarla, y mucho. Las que me han parecido más interesantes son las de #SaveTheLink para los enlaces, y la de #SaveTheMeme para el filtrado automático, si bien la reforma incluye otras medidas lesivas, como restricciones al minado de datos fuera del ámbito académico, y es una oportunidad perdida para incorporar nuevas excepciones referidas al remezclado de obras y a la libertad de panorámica.
Puedes empezar por compartir estas campañas e información en redes sociales para correr la voz de lo que va a pasar, mostrando tu posicionamiento en contra. También puedes escribir y llamar a los eurodiputados para hacerles llegar tu preocupación sobre esta reforma, y -a partir de aquí- lo que se te ocurra. Para más información, dejo enlazadas las webs de las campañas que he encontrado online:
- La industria opina: http://www.empower-democracy.eu/
- News Media Europe, la voz de los editores europeos: http://www.newsmediaeurope.eu/
- #SaveTheMeme: https://savethememe.net/es
- #SaveTheLink:https://savethelink.org/
- Mozilla: https://changecopyright.org/es/
- Copyfighters: https://copyfighters.eu/
- XNET: https://xnet-x.net/reforma-ue-copyright/
httpvh://www.youtube.com/watch?v=TSlrw-xAoEs
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